Desde 1982 la empresa privada ha tenido un gran papel en el desarrollo de los países subdesarrollados. Esto se da puesto que las empresas quieren presentar sus actividades como socialmente responsables. En estos años ha disminuido la ayuda pública al desarrollo de los países del tercer mundo.
El simple hecho de que las empresas privadas se involucren en el desarrollo de los países del tercer mundo es algo positivo, sin embargo los estas empresas deberían ser controladas para que no obtengan jugosos beneficios explotando a la población de estos países. Muchas empresas privadas asentándose en estos países dan empleo a mucha gente que antes de que llegaran ellas tenían una calidad de vida mucho peor, sin embargo a pesar de esta mejorada calidad de vida sus condiciones de trabajo siguen siendo vergonzosas desde el punto de vista occidental.
Ligado a la deslocalización de las empresas privadas y su desaparición de los países de origen se plantea otra duda, ¿ Quien controla estas empresas ?. La deslocalización es otro punto negativo a tener en cuenta para los países desarrollados puesto que nuestras empresas se están yendo a otros lugares para abaratar costes lo que supone una importante destrucción de puestos de trabajos en el primer mundo.
Por otra parte hay una mejora en el ámbito cultural y sobre todo en relación a la información. Estos países subdesarrollados gracias a las empresas internacionales se abren un poco más al mundo y están menos aislados. También es cierto que estas empresas manipulan la información que llega a estas poblaciones pero aun así en este ámbito la influencia es mayoritariamente positiva.
En cuanto al deterioro medioambiental que muchas empresas causan en los países donde se asientan es vergonzoso. No se debería de permitir que los países subdesarrollados carguen con las empresas que nosotros no queremos porque suponen un riesgo para la salud. El impacto medioambiental debería ser controlado por organismos internacionales puesto que los dirigentes de los países subdesarrollados permiten esto a las empresas a cambio de un mayor lucro.
Ola Manuel, moi interesante, estamos de acordo en que a axuda privada, a pesar dos beneficios que pode xerar, tamén causa danos importantes naquelas áreas nas que actúa, e volve á economía local moi dependente das actuacións dunha determinada empresa. Entón, que alternativas podemos propor?, sistemas de financiación pública?, organismo internacionais que xestionen as axudas?
ResponderEliminarSaúdos, Mariña